A los 16 años conocí un joven muy talentoso que pintaba y dibujaba hermosas obras. Tenía un talento innato! Siempre creí que llegaría lejos con sus pinturas pero lamentablemente cayó en las drogas. La última vez que lo vi, vivía una vida sin propósito, enfocando todo su tiempo y esfuerzo en mantener su adicción. Por un tiempo el se percató de su problema y puso su empeño en mejorar, pero al poco tiempo volvió a caer. Me daba mucha tristeza ver su potencial desperdiciado en un mundo tan vacío y sin rumbo.
Durante la secundaria, conocí a alguien quien terminó convirtiéndose en una de mis mejores amigas. Ella era increíble, buena amiga, jovial y siempre estábamos juntas casi todos los veranos y fin de semanas. Con el pasar de los años ella cambió de escuela y empezó a hacer nuevas amistades cuyo objetivo principal era ser popular sin importar el costo. Para ser aceptada en el grupo ella empezó a cambiar su apariencia física. Comenzó con cosas sencillas, pintándose el pelo rubio (cuando su pelo era marrón) y usando lentes de contacto azules (cuando sus ojos eran marrones). De una persona alegre y segura de si misma se hizo muy insegura, insatisfecha de ella misma y hasta se volvió bulímica. Empezó a fumar y beber y no pasó mucho tiempo cuando comenzó a robar.
A pesar de su nueva imagen y actitud, no era feliz y constantemente me preguntaba ¿que crees que piensen ellos de mi? Le decía ¿que importa lo que piensen? Si vives una vida basada en lo que otros piensen de ti nunca serás feliz. Con el tiempo, tomamos rumbos diferentes. Yo seguí estudiando, me gradué de cuarto año y de universidad. A pesar que sabia que Dios existía fué con las batallas de vida que quise conocer mas de El. Al sentir Su gran amor por mi y por la humanidad, quize seguir Su ejemplo al servir a otros y reconocer que a pesar de mis imperfecciones soy un ser de luz y eso abarca una gran responsabilidad.
Al pasar varios años escuché la triste noticia que mi amiga se había quitado la vida. No se que habrá estado en su mente, ni por lo que estaba pasando, pues habíamos perdido contacto. Lo que si sabia es que el mundo había perdido un alma grandiosa que tenía la capacidad para llegar muy lejos pero se dejó llevar por las opiniones del mundo al cual nunca satisfacía.
Tristemente, a través de mi vida, he conocido a muchas personas talentosas, con un potencial increíble, que acortan sus posibilidades y viven por debajo de su potencial porque no creen en ellos mismos. No es muy difícil el creer que no somos suficientes, pues los medios de comunicación y la música constantemente nos lo insinúan que, si no cabemos en un cierto molde, no somos aceptados. Incluso en ocasiones, nos hacen referencias a que somos como objetos y no valemos nada. Varios estudios han demostrado que los medios de comunicación influyen grandemente en quienes somos, en quien nos convertimos, quien o como queremos ser y que haremos con nuestro tiempo. Si somos gordos nos quieren flacos, si somos flacos nos quieren musculosos. Constante exhortan a que seamos lo que no somos y que sea lo que sea que vendan lo necesitas para convertirte en esa persona que no eres.
El salir del molde, creado por la sociedad, requiere mucha fuerza de voluntad. Si abrimos nuestros ojos y miramos a nuestro alrededor nos daremos cuenta de que todos somos diferentes y eso no es malo. Es así como nació el concepto de Comparte tu Luz. Siempre he creído que todo ser tiene una luz en su interior y el deber de esa luz es brillar. Desde muy pequeña he aprendido que lo que otros pensaban de mí no me definía. Que lo exterior no necesariamente reflejaba lo interior. Que aburrido fuera el mundo si todos fuéramos iguales! Todo ser es único y tiene un propósito de existir. Todos fuimos planificados desde antes de venir a esta tierra, en este tiempo, en estas circunstancias. A todos se nos ha dado un talento, y ese talento es un regalo de Dios, el cual debemos conocer y utilizar. No importa cuanta oscuridad halla en el mundo, también hay luz y esa luz mora en muchos corazones bondadosos con el deseo de hacer lo correcto.
Por mucho tiempo pensé que las personas con influencia, como las celebridades, eran los que podían hacer la diferencia. Yo no tengo mucho dinero, ni lujosas mansiones y muy pocos me conocen pero me duele mucho ver talento de sobra desperdiciado por dejarse llevar e ignorar las señales. Con el tiempo he aprendido que para hacer la diferencia debo de dejar de esperar que otros hagan su parte y comenzar el cambio a través de mi. Todos hemos sido enlistados a un guerra entre la luz y obscuridad desde antes de nacer. Yo batallé mucho para encontrar mi llama pero ahí estaba, tuve que ser fuerte. En el proceso tuve que dejar atrás ciertas costumbres, escuchar cierta música y dejar de ver algunos programas pero una vez vi los resultados de quienes se dejan llevar no se me hizo tan difícil.
En Comparte tu Luz, queremos ayudar a las personas a encontrar las fuerzas para vencer la opinión popular y crear un ambiente de aceptación propia, buscando luz y verdad para compartir con los demás. En el mundo ya hay bastante obscuridad. ¿De qué sirve una luz si no ilumina la oscuridad? Se buscan seres valientes, dispuestos a hacer que la luz que ha sido implantada en ellos mismos antes de nacer resplandezca.
En fin, les presenté dos historias muy cercanas a mi a través de este mensaje, pero se que si buscan mas allá encontraran mas sucesos con tristes desenlazes. Hace falta que tomemos acción. Todos tenemos talentos que se nos han brindado para bendecir nuestras vidas y las que nos rodean. Esa es la luz! Entender que la tenemos, buscarla y hacerla brillar para que algún día brille tan fuerte que combatamos la oscuridad.
Jessy De León
Directora Ejecutiva, Comparte tu Luz
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